viernes, 18 de junio de 2010

Las Dificultades de Representación de la Trinidad en el Arte Cristiano

El gran problema de la comprensión de la hipóstasis, del Padre, Hijo y Espíritu Santo, como un único ser trivalente llevó a una enorme dificultad de comprensión que durante siglos dificultó la teología cristiana.

Temas tan comunes como el Ministerio, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, la Virgen María, los seguidores de Jesús y Apóstoles, así como sus milagros, etc., merecieron un lugar preponderante en la iconografía cristiana. Profundamente ligada a estructuras socio -culturales en las cuales existe un pueblo iletrado y analfabeto, las esculturas, pinturas y demás expresiones del arte tenían un lugar preponderante en la vida del cristiano: representaban, de manera dramática, los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento y los ilustraban de manera vivida y locuaz.

El mayor reto lo constituía la Trinidad, a veces representada como tres hombres jóvenes, otras como un hombre anciano, una paloma y un hombre joven, etc., diferenciándose los estilos del arte en la ortodoxia cristiana rusa y de la católica de la Europa Occidental.

Resultó un fenómeno prácticamente natural que finalmente se llegara a las representaciones llamadas “heréticas” y que se generalizaron entre los siglos XIV y XVI, para ser luego prohibidas en forma definitiva.

Lo que más “molestaba” eran los llamados “Trifrons”: representaciones tricéfalas, o con un solo cráneo pero con tres rostros, y un largo etcétera, de Jesús, Dios y el Espíritu Santo. Dejo aquí algunas imágenes ilustrativas.



Psautier de Vesoul, S. XIII
Icône église St Quiriace de Provins, S. XVI
Convento de Tomar, Portugal
Monasterio de Tulebras, Jerónimo Vallejo Cosida
Poznań. Tron Laski, 1500
Escudo de la Trinidad




Triángulos Atanasios